Las Alameditas de Serranos (Valencia)

 

      Uno de los jardines históricos con los que cuenta la ciudad de Valencia, y que curiosamente pasa desapercibida para el público en general, son las denominadas Alameditas de Serranos emplazadas junto al Cauce Viejo del río Turia, junto a las torres del mismo nombre. Sarthou (1948-1949) indica "Otro de los antiguos jardines de la capital de estilo español (siglo XX) son los de este paseo tendido a orilla del río desde el puente de Trinidad por frente el de Serranos hasta el de San José. Los de uno y otro lado de las góticas torres de Serranos se llaman Alameditas Nuevas y Viejas ... Es más grande el paseo viejo, con macizos de jardinería, lago y arboledas de tilos, plátanos, pinos canadienses, y alepos, más algunas acacias, palmeras y eucaliptos. Rodean el estanque bustos dedicados al pintor Domingo (obra de Mariano Benlliure) y a Pepino Benlliure Ortiz, labrado por Vicente Capuz. No han sufrido transformaciones estos jardines, y actualmente aparecen algo abandonados en detalles como el poético lago central. Más detalles de tipo histórico encontramos en un artículo en publicado en la revista Valencia Atracción, que hace referencia a un artículo publicado en Las Provincias por Don Salvador Ferrandis Luna, denominado "las Alameditas de Serranos", donde se aportan algunos datos históricos ya citados por Carrascosa (1933) "El lugar que ocupan era un feudo de los madereros y, además albergue de pordioseros, escondite de malhechores y nido de indecencias y suciedades. Pero en 1830, el barón de Hervás, Corregidor de Valencia, limpió aquellos sitios, ordenó la destrucción de las chavolas madereras el traslado de la madera y la construcción de los paseos a un lado y otro del portal de Serranos En 1830, el Director de Arquitectura de la Academia de San Carlos, don Cristóbal Sales, delineó los jardines entre la puerta de la Trinidad y la de Serranos, y en 1832, el teniente de arquitecto de dicha Academia Don Francisco Ferrer, proyectó las Alameditas nuevas desde Serranos a San José. En 1837 otro arquitecto valenciano, don Salvador Escrig, dibujó y construyó las escalinatas a uno y otro lado de la puerta de Serranos. Añade el señor Ferrandis Luna que estos arquitectos de dieron cuenta que las Torres de Serranos, con su puente, constituían una unidad estética, con una interrupción que ellos resolvieron al formar las Alameditas con nobles piedras, con buenos árboles, con detalles decorativos excelentes, ligando puente y Torres y dándole a éstas un frente estéticamente conveniente, a pesar del reducido espacio de que disponían.  

Bibliografía

Anónimo (1949) Las Alameditas de Serranos. Valencia Atracción 179: 11.
Carrascosa, J. (1933) Elementos para el estudio histórico de la jardinería valenciana. Valencia.
Sarthou, C. 81948-1949) Jardines de España. Valencia. Valencia.

Imágenes de las Alameditas de Serranos, tomadas del artículo publicado en Valencia Atracción