Uno de los jardines má destacables en la ciudad de Valencia de principios del siglo XX era el denominado Huerto de Julia o de Santa Bárbara, o como nos indica Carrascosa (1933) "Anterior a estos nombres tuvo este jardín los de Jardín del Pont de les Mealles, por el puente que en sus proximidades existía. También se le llamaba Hort del Alborser, por un madroño silvestre que era famoso. Pero el nombre que más ha perdurado es el de Hort de Chuliá, y más tarde Jardín de Santa Bárbara, por sus actuales propietarios los Barones de Santa Bárbara, sucesores en el vínculo de D. Baltasar Juliá quien los adquirió antes de 1675 de un canónigo de Valencia"
Según este autor estaba situado en el extremo de la calle de Quart, "en la orilla del antiguo camino de Requena, construido en el siglo XV, denuncia su principal ingreso una portada barroca que parece inpirada en el estilo de Luis XIV. Un brocal de pozo blasonado con las armas de canónigo y datado en el siglo XVII, testimonia el origen de esta finca; pero la plenitud de su ornamentación tuvo lugar en el XVIII, como demuestra una hermosa portada del jardín, la plancha de azulejos (Ecce-Homo) que está en la entrada y la soberbia escalinata que conduce al pretil del río. En este jardín se conserva una encina (hoy casi muerta) de la que dice la tradición que bajo su sombra predicó San Vicente Ferrer. La pinada que poseía el jardín que su propietario ha cedido en parte a la Ciudad para ensanche de la vía pública, con motivo de la construcción de la actual Cárcel Modelo, lo constituían grandes pinos centenarios que eran restos de la pinada llamada de Moya que llegaba Valencia. La característica de este jardín era el estilo netamente valenciano clásico y así se puede apreciar todavía por los restos que de él se conservan"
Continúa este autor la descripión, aportando también datos de tipo histórico "Efecto de un ciclón del año 1883 que la pinada sufrió fueron derribados no pocos árboles. Existia un pino, vero donde era costumbre escribir sus nombres los visitantes y en donde grabó el suyo el duque de Montpensier, y allí perduró muchos años su nombre. En esta pinada existía un molino harinero que se derribó al ceder los terrenos para la Cárcel Modelo de Valencia. Diseminadas por el jardín se hallaban diversas estatuas, entre ellas las de las cuatro estaciones en los cuadros centrales, la Diosa Flora en un canastillo al lado del laberinto y los bustos de los doce apóstoles en los nichos del Reservado con la figura del Salvador presidiéndolos. Un pequeño estanque con la estatua de Neptuno completaba el adorno. Es también interesante este jardín por algunos recuerdos históricos que van unidos al mismo. Aquí pasaron la tarde del 17 de octubre de 1840 Isabel II y su hermana, en cuyo día su madre la reina Dª Cristina, después de haber abdicado la regencia, partió a tierras extrañas. Desde la torre de su alquería de la que se domina perfectamente Valencia dirigió el mariscal Suchet el ataque de lso franceses a nuestra ciudad, y desde ella también en la mañana del 12 de julio de 1837, el pretendiente a la corona, titulado Carlos V, contempló la ambicionada ciudad del Turia. El año 1739 se dió un banquete en este jardín por la colonia francesa con motivo de la dedicación de la nueva Iglesia de San Sebastián (Convento de los Mínimos) y costó 200 libras valencianas. Hoy apenas si quedan restos del jardín, es uno de tantos, donde se cultivan flores y productos de huerta. Parece orientado su dueño a la reconstrucción para que vuelva a su antiguo esplendor tan notable jardín valenciano".
Bibliografía
Carrascosa, J. (1933) Elementos para el estudio histórico de la jardinería valenciana. Valencia.